Definición y rasgos generales de La Escolástica
La Escolástica es un método especulativo filosófico-teólogico desarrollado, difundido y cultivado en las escuelas de la Europa del Medievo desde el Imperio carolingio al Renacimiento. Las escuelas filosóficas que albergaron este pensamiento se localizaron en catedrales y conventos para, más adelante y en especial durante el siglo XIII, pasar a las universidades.
En una definición más extensa, se conoce como Escolástica al movimiento doctrinal que, sin emplear el movimiento racional-conceptual que se enseñaba en las escuelas, se mueve en el mismo entorno y contexto. Buen ejemplo de esto sería la mística así como buena parte de la filosofía musulmana y judía que, a lo largo del período señalado, entró en contacto con la filosofía de la Escolástica propiamente dicha. El movimiento escolástico se manifestaba a través de dos vertientes: la enseñanza y las formas literarias. La base de la enseñanza en las escuelas fueron las artes liberales, divididas en el trivium -gramática, dialéctica y retórica- y el quadrivium -aritmética, geometría, música y astrología-.
Desarrollo de la filosofía escolástica
La filosofía escolástica se divide en tres períodos: formación, del siglo IX al XII; apogeo, durante todo el siglo XIII y, finalmente, un período de transición a la filosofía moderna. El apogeo de la Escolástica se debió en buena medida a la labor de la Escuela de Traductores de Toledo que difundió las obras de Aristóteles a través de las traducciones al árabe y al latín. Pese al recelo inicial con el que fueron acogidas, terminarían por integrarse plenamente en el conjunto de dicho sistema filosófico.
Autores destacados
1. Alberto magno (1193/1206? - 1280)
Alberto Magno fue el primero de este grupo de profesores, nació en territorio de la actual Alemania, estudió en Padua y enseñó en varias de las pocas universidades existentes por esa época en Europa. Investigó en botánica y química, y se le reconoce el descubrimiento del arsénico en 1250. Estando en la universidad de París tradujo, clasificó y comentó textos antiguos entre otros los de Aristóteles, hecho que le dio la oportunidad de producir un análisis económico a partir de lo expuesto por este autor.
Siguiendo la tesis del precio justo aristotélico Alberto Magno condenó el monopolio por ser una confabulación para manipular los precios, cuya sanción debía ser la restitución del beneficio obtenido mediante este ilícito. Alberto Magno argumentó que existía un orden natural y un orden económico, con dos valoraciones diferentes en cada uno de estos; en el orden económico los bienes se miden en relación al trabajo y los gastos. De esta afirmación algunos concluyen que Alberto Magno expuso una teoría objetiva del valor como la expuesta por los clásicos, incluyendo a Marx. Sin embargo buena parte de los historiadores están de acuerdo que el precio justo correspondía al que resulta del regateo entre los contratantes, el cual resultaba ser el precio natural al que se referían los códigos romanos, o al precio legal, es decir el fijado por decisión gubernamental.
2. Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
Santo Tomás, un filósofo y teólogo italiano, fue el más importante de los escolásticos; fue hijo de una familia noble, nació en Italia cerca de la ciudad de Aquino, estudió en el monasterio benedictino de Montecassino y en la Universidad de Nápoles. Fue profesor de de Filosofía en la Universidad de París y consejero del papa Alejandro IV. Uno de sus hechos más famosos fue la confrontación que tuvo con los filósofos averroistas sobre filosofía y revelación
Santo Tomás reforzó un poco la teoría del valor aristotélica sin dejar a un lado la moral cristiana de la época, es por eso que no llegó del todo a crear una teoría concreta del valor de manera racional como la que surgió más adelante. Santo Tomás habló de un orden natural de acuerdo a la creación de Dios, y su teoría de la demanda es una simple noción entre la relación de la utilidad humana de los bienes en comparación con el lugar que ocupan en el orden natural de la creación.
Santo Tomás, con un toque moralista, fue el primero que intentó justificar la propiedad privada, y se convirtió en referencia para la elaboración de las teorías de muchos autores que después trabajaron este punto. El argumento de Santo Tomás fue que si bien bajo la ley natural toda propiedad es comunal, la propiedad privada no entraba en contradicción por ser un añadido, algo que explicó con el siguiente ejemplo: La desnudez concuerda con la ley natural puesto que la naturaleza no provee de ropa al hombre, sin embargo la ropa se añadió a la desnudez en beneficio del mismo hombre; de la misma forma la propiedad privada no existe en la naturaleza pero se inventó para beneficio de la humanidad pues estimula el trabajo.
No obstante Aquino creía que el Estado debía regular la propiedad privada y distribuir sus frutos aunque, siguiendo a Aristóteles, aceptaba como un hecho su distribución desigual con el argumento de que cada uno debe recibir de acuerdo con sus necesidades y que estas necesidades son diferentes para cada estrato de la sociedad.
Santo Tomás reafirmó la teoría aristotélica del valor respecto a la doble medida de los bienes (valor de uso, valor de cambio), pero introduce la necesidad (indigentia) en la teoría de los precios, un aspecto que acerca la noción de precio justo al precio de mercado. Para la escolástica indigentia era ―la cantidad deseada en relación con la que está disponible‖ (Ekelund, 1992, pág. 32).
Aquino afirmó que la producción y el intercambio en el mercado no reñían con la ética cuando se realizaba para satisfacer las necesidades de las partes; quienes producen para el mercado actúan de manera equitativa si lo hacen para mejorar el bienestar de sí mismos o de los demás y si sus precios son justos. Para este autor, como lo fue para Alberto Magno, el precio justo es el precio natural o de mercado, tal como lo establecía el Código de Justiniano.
Aquino, como Aristóteles, en una primera etapa condenó el cobro de intereses por los préstamos por considerar que el dinero era sólo un medio de cambio que no satisfacía necesidades, que por eso era estéril y no daba derecho a la percepción de intereses. Tampoco la duración del préstamo daba derecho a tales intereses puesto que el tiempo es un bien otorgado por Dios a todos y nadie tiene derecho a apropiárselo. Posteriormente aceptó que podía hacerse una diferencia entre la usura y el interés, dejando este último para los casos en que el dinero prestado se invertía en la producción y el comercio.
Aquino también habló con mucha claridad sobre el costo de oportunidad al referirse que cuando alguien hace un fuerte sacrificio al vender una mercancía tiene derecho a cobrar un sobreprecio, sin embargo no aprueba incremento de precio alguno cuando ese sacrifico sea ordinario pues estaría vendiendo algo que no le pertenece.
3- Otros autores
Al igual que Santo Tomás, Enrique de Frimaria (1245-1340) se interesó por el tema de la necesidad, pero a diferencia de Aquino lo analizó como la necesidad común de algo que es escaso, es decir, de forma agregada tal como lo vemos hoy en las teorías macro. Concluyó que si la necesidad determina el valor de algo que es escaso (teoría subjetiva del valor), no hay razón para que el precio de ese bien se eleve cuando hay abundancia.
Jean Buridan (1300-1358), francés alumno de Guillermo de Ockham (1285-1349) y rector de la Universidad de París, hizo un importante avance en el concepto de demanda efectiva al relacionar las necesidades y el poder adquisitivo, afirmando que ―la conjunción de cierto número de consumidores y su capacidad de pago contribuyen a la formación de un estado de los negocios justo y normal en el mercado‖ (Eekelund y Herbert, 1992, pág 32). Los aportes de Buridan se encaminaron al estudio por separado de la oferta y la demanda. Al igual que Aquino, consideró una doble regla en la teoría medieval del precio.
Nicolás de Oresme (1323-1382), un francés alumno de Jean Buridan, fue probablemente el pensador más original del siglo XIV y uno de los principales fundadores y divulgadores de las ciencias modernas. En contraposición del tomismo aristotélico le reconoció al dinero un valor no convencional sino real, dado el hecho de que se componía de metales preciosos y avanzó en la idea de que la moneda mala desplazaba la moneda buena (se conoce hoy como la ley de Gresham).
Antonio de Florencia (1389-1459), arzobispo de Florencia, y Bernardino de Siena (1380-1444) sintetizaron el pensamiento escolástico y avanzaron hacia un concepto subjetivo del valor, argumentando que el precio de un bien no depende sólo de la utilidad o de su capacidad de satisfacer necesidades sino también de su escasez y del deseo de las personas de satisfacer una necesidad.
3. Escuela de Salamanca
La Escuela de Salamanca fue un grupo de juristas españoles del siglo XVI alumnos de Francisco de Vitoria (1486-1546), y formados en la Universidad de Salamanca que se dedicaron al pensamiento económico motivados por la notable inflación generada por la llegada de metales preciosos desde las colonias en América. Dado que en su mayoría eran clérigos, su inquietud tenía un interés doctrinal; su punto de partida fue la explicación que sobre la usura hizo Santo Tomás de Aquino en la Summa Theologiae; entendieron que la misma moneda tiene un valor que depende del contexto económico, hecho que justificaba los tipos de cambio en particular en los préstamos a interés. La mayoría aceptaba el cobro de intereses en condiciones lícitas desde el punto de vista católico; otros como Domingo de Soto (1494-1570) estaban en desacuerdo.
Martín de Azpilcueta (1493-1586) controvirtió la tesis aristotélica sobre la esterilidad del dinero y expuso la teoría cuantitativa del dinero una década antes de que lo hiciera Jean Bodino (1530-1596). Con Diego de Covarrubias (1512-1577), alumno de Azpilcueta y redactor de los decretos del Concilio de Trento, las teorías de la Escuela de Salamanca se convirtieron en una doctrina oficial de la Iglesia y parte del derecho canónico.
gracias me sirvio de mucho
ResponderEliminarMuchas gracias Dios te bendiga
ResponderEliminarFelicidades por el artículo, muy interesante.
ResponderEliminarUna pregunta, ¿cuál es la referencia bibliográfica completa de Ekelund, 1992, pág. 32)?
Gracias.
Felicidades por el artículo, muy interesante.
ResponderEliminarUna pregunta, ¿cuál es la referencia bibliográfica completa de Ekelund, 1992, pág. 32)?
Gracias.
Me podrías decir cual es la bibliografia?
ResponderEliminarMe parece interesante su exposición, sólo una observación:
ResponderEliminarSería de mucha ayuda que mencionará las fuentes o el material utilizado, con la finalidad de poder profundizar en el tema.
Saludos cordiales.
muy buena informacion gracias
ResponderEliminarScooby Doo papa
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